A mi primo Dani le encanta irse al Tijuana a atiborrarse de comida mejicana con mi hermano Alberto. Aquella noche habían bebido un poco más de la cuenta (como 10 litros más de la cuenta cada uno) y tenían el cuerpo de otro, ya sabeis.
Seguramente ir al Tijuana a reponer fuerzas no fue la mejor de las ideas...
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Jo, vaya aparición estelar en Americansplendor. Doy fe de que esto ocurrió casi exáctamente así. Soy el de la mala puntería, hermano del autor jua.
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