miércoles, 23 de octubre de 2013

¿Alguien ha visto a mi perrito?

Bueno, pues aquí estamos una vez más con una nueva historieta que aconteció hace algunos veranos.

Estaba el otro día con Borja, un amigo de toda la vida, recordando historias (muertos de la risa) y me rescató de la nada este maravilloso episodio, digno de un hueco honorífico en nuestro museo de las anécdotas.

Todo viene a raíz de nuestra antigua pasión por un juego llamado "Jungle Speed" y nuestro afán en añadirle reglas para putear y penitencias o castigos muy jodidos para los perdedores.

Algún día entraremos en más detalles sobre ese juego.

En la historia de hoy, mis amigos se llevaron el juego en sus vacaciones, para darle un poquito en los ratos muertos del camping.

En la primera partida, perdió Álvaro. O "Alvi" según la ocasión, jeje.
Y pagó la penitencia. Pobrín.

Quizá lo más duro es que, en contra de lo que el se piensa, nadie ha olvidado aquel momento.

Y después de plasmarla aquí, mucho menos.

Con ustedes:










2 comentarios: